A pesar de que desde hace décadas se piensa que los implantes son perjudiciales para los pacientes diabéticos, los últimos estudios aportados por diferentes fuentes de investigación, entre ellas ITI( International Team for Implantology), nos desvelan como puede ser algo beneficioso para mantener los niveles de glucemia.
La diabetes mellitus tipo II, también conocida como la diabetes del adulto, es un trastorno metabólico crónico que se caracteriza por tener altos niveles de glucosa en sangre.
Tanto la diabetes como la enfermedad periodontal ( alteración de las encías y tejidos de soporte del diente), afectan con más frecuencia a personas de edad avanzada; esto unido a la pérdida dental que pueden acarrear si no se tratan, tiene como consecuencia, una alteración de la función masticatoria.
Toda esta alteraciòn de la función masticatoria puede ser esencial en el tipo de dieta que lleve el paciente, pudiendo repercutir negativamente sobre la diabetes por un mal control de la glucemia ( azúcar en sangre).
Aunque es cierto que los pacientes diabéticos puede tener un retraso en la cicatrización de los tejidos y un aumento del riesgo de infección, si se administra una pauta antibiótica post-quirúrgica y un tratamiento local con enjuagues de clorhexidina, los estudios nos indican que no hay diferencias entre paciente sano y diabético ( sea con niveles de glucemia controlados o no).
Por lo tanto, podemos concluir, que los implantes pueden mejorar la calidad de vida de los pacientes diabéticos y ayudarles a llevar una dieta más acorde a su enfermedad.
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